sábado, 1 de noviembre de 2008

TELECENTRO

Ante la crisis del cuerpo de delegados:
¡Qué se adelanten las elecciones!


La denuncia efectuada por el sindicato contra Leonardo Gascón, nada menos que por “coimero”, constituye un hecho gravísimo ante el que nadie puede permanecer indiferente. Estas son nuestras conclusiones:

1) Lo primero que llama la atención es que la cámara oculta que muestra a Gascón “in fraganti” haya sido entregada a la directiva del SAT como si la empresa estuviera ahora interesada en combatir la corrupción. Todo trabajador sabe que la compra de delegados y dirigentes es uno de los medios más efectivos para destruir las organizaciones sindicales y Pierri en esto es un maestro. No fue entonces por una cuestión de orden moral sino por una conveniencia.

2) El sindicato por su parte acusa a Gascón de mantener negociaciones secretas con la patronal pero no dice que esta es la conducta de otros delegados y sobre todo del propio sindicato. ¿Acaso el gremio ha consultado a algún afiliado para firmar paritarias de hambre, para aprobar convenios por empresas y para aceptar contratos basura?

3) Aunque el video que se exhibió el viernes en la sede sindical puede haber dejado dudas sobre qué negociaba Gascón con la patronal (aparentemente una segunda parte demostraría sin atenuantes la existencia de un arreglo) lo que sí prueba es que Gascón se reunió a solas con la empresa y que en ese encuentro mencionó un informe sobre un grupo “ideologizado” ligado u orientado por el Partido Obrero. ¿Se refiere a Fibra Obrera? Seguramente sí; pero podría ser cualquiera.
Que un delegado brinde datos a la patronal sobre el accionar de otros trabajadores constituye un repugnante acto de delación reñido con los principios democráticos más elementales de la lucha sindical. Se trata de una conducta tan grave como una coima y merece que Gascón sea expulsado del cuerpo de delegados, no por decisión de la directiva sino de la base de Telecentro que lo votó.

4) Más allá del desenlace estatutario que corresponde dar a la denuncia es evidente que este episodio debilita enormemente la organización sindical interna de Telecentro en un momento en que arrecian los despidos y suspensiones en todos lados. En nuestra empresa este proceso de achique ya comenzó.
Nos preguntamos: ¿puede un cuerpo de delegados debilitado, fracturado, sospechado y elegido a dedo por los mismos que hoy se erigen en fiscales, ser un instrumento de defensa de los intereses obreros ante el avance de la empresa? Indudablemente NO.
Está claro también que esperar hasta marzo para renovarlo es poco menos que suicida. La salida natural es ¡que se adelanten las elecciones!

5) Gascón tiene el derecho y la obligación de probar que no es culpable de pedir coimas ni de delatar compañeros y debe hacerlo ante todo el gremio. Pero la denuncia coloca un cono de sospecha sobre todo el cuerpo de delegados (recordemos que menciona a una decena de destinatarios del dinero). Lo que corresponde es que se adelanten las elecciones y seguramente aquellos delegados que han cumplido cabalmente con su mandato no tendrán problemas en refrendarlo. Que cada sector elija a sus candidatos y se constituya una lista de los mejores compañeros, no una lista armada a dedo por el sindicato.
Necesitamos un nuevo cuerpo de delegados que se subordine al mandato de la base, que convoque a asambleas en cada sector y a la asamblea general para resolver todos los temas importantes, que jamás discuta nada en secreto e informe permanentemente sobre sus acciones.
A los enfrentamientos y pases de facturas entre fracciones de la directiva, a las maniobras de la patronal para socavar nuestra organización y sembrar la desconfianza opongamos una salida que nos fortalezca.

¡Elecciones ya!
¡Pongamos en pie un nuevo cuerpo de delegados que nos represente y no traicione nuestros intereses!
Trabajadores de Telecentro en Fibra Obrera