martes, 17 de abril de 2007

Mega Fusión: Multicanal+Cablevisión+Fibertel+Teledigital+Prima (Flash, Ciudad Internet y Fullzero)

La primavera 2006 trajo nuevos vientos al mercado de la televisión por cable. El monopolio lustró nueva chapa al producirse la fusión entre las más importantes empresas del rubro. Cablevisión y Multicanal ya son lo mismo aunque los dueños se deslomen por explicar que se trata de la vuelta de un hijo pródigo al capital nacional. ¿Cómo repercutirá la movida en los trabajadores? ¿A qué cuestiones hay que estar atentos? ¿Cuáles serán los encuadramientos gremiales en el mediano plazo? Primera parte de un informe que incluye a personajes como Moneta, Manzano, Avila, Eurnekián, no olvida al poder político y a fondos buitres que jugaron para la Nobleza.
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La fusión entre Cablevisión y Multicanal agudiza la concentración de los medios de Comunicación y representa desde todos sus ángulos una amenaza latente para el futuro de los trabajadores del cable.
En el comunicado realizado en conjunto por Multicanal y Cablevisión donde abundan las palabras inversiones, competitividad, capital nacional y no se menciona una sola vez la palabra Trabajador, quedan en evidencia los intereses que persigue dicho acuerdo.
La magnitud de la operación - que posiciona al grupo Clarín controlando el 60% de Cablevisión junto a un fondo de inversión americano (Fintech Advisory) - ha repercutido en el Sindicato Argentino de Televisión, quien a través de una declaración, convocó a estar en estado de alerta nacional realizando asambleas de personal con el fin de mantener informados a los 7000 trabajadores directos con los que va a contar la nueva empresa.
La declaración del SAT, realizada en el marco de la Asamblea General anual celebrada en Gualeguaychú, fue aún más lejos. En su tercer punto levanta la consigna NO A LOS DESPIDOS COMO CONSECUENCIA DE LA FUSION.
El pulpo manejará de conjunto el 50 % del negocio de la televisión por cable del país.
Si a eso se le suma el 20 % que Clarín posee en Supercanal Holding, la operadora de cable con mayor penetración en las provincias del interior, la ecuación es jugosa para los capitalistas.
Esta situación obliga a las empresas de la “competencia” y de menor penetración a sentarse a la “gran mesa” de las telecomunicaciones y negociar el modo en que serán, más tarde que temprano, absorbidas.

Complementando el cuadro de situaciones, los trabajadores deben ser concientes que todos los gobiernos, el de Kirchner no es la excepción, han usado en tiempos electorales el intercambio de favores con los dueños del negocio de la comunicación como herramienta para perpetuarse en el poder y en contra de la clase trabajadora.
Con este tipo de eximiciones las empresas reciben un gigantesco subsidio por parte del poder político.

Esto quedó muy claro con las últimas elecciones legislativas celebradas en el año 2005, en donde pocos meses antes el gobierno K sancionó el decreto 527/05 que extiende por 10 años la explotación de las licencias de radiodifusión a cambio de publicidad oficial.
¿A los trabajadores de la televisión por cable le hacen falta más datos para ver qué intereses están en juego y qué se puede esperar de esta fusión?