Imperiosamente Necesitamos Disfrazar El Costo… de los alimentos

La confiscación del salario

El INDEC tiene una importancia estratégica, ya que los datos que elabora son tomados en cuenta para las decisiones económicas que afectan directamente a los trabajadores. Los indices alterados, entre otros, son:

Inflación: Son los que se han experimentado en el paquete de acelga, en la papa (cada día más lejos de las cacerolas este invierno), en lácteos, harinas, carnes en sus cortes populares, por no hablar de los alquileres, turismo, colegios privados, medicina prepaga, vestimenta, medicamentos antigripales, etc.
Los cambios metodológicos impuestos por la intervención oficial pretenden demostrar que el aumento sostenido de los precios da como resultado índices de inflación inferiores a lo real.
Un ejemplo práctico se refleja en el desfasaje entre el índice de precios Mayorista y Minorista para la papa; el mayorista arroja una suba del 82,9% para la procesada y de 55% para la negra, el minorista da una baja del 6%.
Un dato a tener en cuenta es que el "desbande" de la inflación se aceleró este verano, justamente antes del cierre paritario de alguno de los gremios importante; echando por tierra el verso patronal de que los salarios empujan la inflación. Es justamente al revés, los salarios corren y a una gran distancia detrás de los precios.

Los índices viciados y mentirosos fueron buscados por el gobierno para imponer un tope salarial a los reclamos de los trabajadores, a través de las paritarias truchas de la horda sindical comandada por el "compañero" Moyano.
¿A quien le sirve un aumento de entre el 16 al 23% (según el gremio), en cuotas, en negro, firmado a comienzos de año y congelado a cualquier reclamo hasta mediados del próximo cuando la inflación habrá devorado mas de una vez estos "triunfos difíciles"?

Desocupación: La preocupación del gobierno en decir que su "reactivación" aleja la desocupación y tiende al "pleno empleo", viene acompañada de incluir en el rubro de trabajadores activos a los trabajadores desocupados que cobran $150, con lo cual la desocupación varía a 8,5 % (sin esta mentira ronda el 13%).
Esta manipulación tuvo como objetivo que pierda vigencia la ley de doble indemnización para los trabajadores que cuenten con una antigüedad superior al año 2002, tal como lo establecía la norma. La reciente derogación motivó el entusiasmo de los empresarios, que presionaron continuamente por la firma del decreto ….¿A quiénes benefició esta otra mentira?

Canasta Familiar: Es la realizada por los técnicos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), en ella se incluyen el costo de alimentos, vestimenta, esparcimiento y transporte, entre otros rubros, todos ellos necesarios para que un trabajador pueda mantener con su salario a una familia tipo.
Su costo actualizado es de 2686 $ y ningún trabajador debería cobrar menos que esta cifra en concepto de básico. El intento gubernamental y exigencia del empresariado es disminuir este valor.

Es claro, el único plan que ha mostrado el gobierno para frenar la inflación es destruyendo al INDEC como organismo. Dicho engaño encuentra a sus trabajadores en pleno plan de lucha denunciando estas maniobras.

A PASARSE AL SISTEMA DE JUBILACION ESTATAL

Los traspasos al sistema de reparto suman más de 780 mil desde la puesta en marcha de la reforma provisional según datos de la ANSES.
Las AFJP han lanzado una campaña mediática aconsejando "no apresurarse a decidir" no porque les preocupe el futuro de los trabajadores, claro, sino porque cada afiliado que se pasa representa una jugosa comisión que se pierden. Por año, las comisiones – que salen de los aportes – alcanzan los 3000 millones de pesos.
Que las AFJP sean un robo, como resultaron todas las privatizaciones, no implica que el régimen estatal
funcione mucho mejor; tanto en uno como en otro el haber jubilatorio hoy es menor al 50 % del salario en actividad. Mientras el trabajador esta obligado a aportar el 11% de su sueldo durante 30 años, como mínimo, no se le garantiza al momento de jubilarse, ya que el gobierno actual mantiene la ley de Cavallo que eliminó la garantía del 82% móvil.
Las AFJPs por supuesto aseguran menos aún con el riesgo de que una nueva crisis financiera como la del 2001 pudiera provocar una bancarrota generalizada de los fondos.
El paso al sistema estatal no resuelve la miseria jubilatoria pero es la mejor opción porque facilita la lucha por recuperar el 82% móvil. Para eso hay que reestatizar sin indemnización a las AFJPs y formar un sistema estatal único, que esté bajo control de los trabajadores y jubilados, y se financie con el aporte exclusivo de las patronales.
¿Cómo se tramita la opción de reparto?
Hay que ingresar desde cualquier computadora con acceso a Internet a www.opcionjubilatoria.gov.ar
Allí hay que ingresar el CUIL, completar datos personales e imprimir el formulario.
Con las tres copias que imprimirá el sistema hay que dirigirse con DNI a cualquier oficina del Correo Argentino o de OCA y entregarlas. El trámite es personal y gratuito. Otra alternativa es concurrir a la ANSES.